*Rodeado de planteles educativos, con la alegría constantes de infancias, un parque emblema de los jarochos, con un balance perfecto entre quietud y paz para sus visitantes
Diana Rojas
Veracruz, Ver.- Rodeado de verdor, a la sombra de altos almendros, palmeras y flora tropical, el parque Zaragoza, un área verde ideal para descansar, con un ambiente tranquilo que al cruzarlo brevemente transmite quietud y paz.
Caminos de piedra convergen a un colorido centro de azulejo llamado “La Rosa de los Vientos”, durante el día bañado por los rayos del sol y por la noche por las luces de las farolas. Numerosas son las escuelas a su alrededor por lo que se alcanzan a escuchar risas de infantes en todas direcciones.
Frente se encuentra el jardín de niños, Elena V. del Toro, no muy lejos un par de primarias y en sus cercanías distintos planteles escolares. A la hora de salida del alumnado, el parque rebosa de niños uniformados corriendo libres tras la extenuante jornada escolar.
Ubicado entre los límites de los municipios de Veracruz y Boca del Río, entre la avenida Juan de Dios Peza y Víctimas de 5 y 6 de julio, el parque Zaragoza alberga actividades para pasar un rato recreativo en familia.
Un juego inflable por aquí, bicicletas y patines por otro lado, son numerosas las actividades que cualquier niño emocionado pediría realizar y no solo la inocencia infantil tiene su desquite de un día estudio, puesto que es también la zona de encuentro de deportistas y jóvenes atletas, con sus canchas en buen estado, aparatos para ejercitarse y renta de bicicletas.
En los rincones del parque se pueden encontrar estatuas, la principal del militar Ignacio Zaragoza, quien fue el héroe de la Batalla de Puebla en aquel lejano 5 de mayo de 1862: arriba de un alto pilar con una expresión trágica sosteniendo su frente y a los lados un par de cañones se erige el recuerdo del joven que falleció a la temprana edad de 33 años, presa de una infección, hoy día se le reconoce en un frondoso espacio.
En su otro extremo se encuentra el monumento al Padre de la Patria, Don Miguel Hidalgo y Costilla, y frente a la zona de los comedores está un simpático chihuahua gigante decorado con colores explosivos.
Durante los fines de semana se pueden encontrar comerciantes de viveros quienes decoran el parque con sus especies florales y el paisaje se vuelve aún más coloridos con salpicones rosas, amarillos y violetas.
También son en estas expos en las que emprendedores y comerciantes de fuera llegan para vender artículos de calidad veracruzana.
Ahí mismo, el mercado con el mismo nombre continua vigente desde hace medio siglo aproximadamente, ofrece a los vecinos y visitantes alimentos, abarrotes y variados servicios.
Productos frescos y con brillantes tonos que solo la naturaleza podría haber ofrecido se exhiben en los locales del mercado. Inclusive se ubican ahí famosos puestos de comida como los tacos de barbacoa, los antojitos de los locales frente a las canchas de futbol y jugos naturales para deportistas que se reúnen durante la mañana.
Un lugar en el que la actividad física y la gastronomía no están enemistados, al contrario, ofrece un balance perfecto para sus visitantes, los precios son asequibles y el trato de las personas es cálido y agradable.
Durante los fines de semana se convierte en la base de grupos scouts a quienes se puede avistar en sus reuniones bien uniformados aprendiendo de la naturaleza.
Sea para sentarse en una de sus bancas a disfrutar el fresco que regala el espacio verde o para divertirse, el parque Zaragoza es un punto de encuentro donde los buenos recuerdos son construidos.